sábado, 15 de diciembre de 2007

EL NUNCA MÁS DE LA IGLESIA CATÓLICA ESTA PENDIENTE

Hace mucho que es necesario...
y en estos momentos se abre una nueva oportunidad...
con los juicios que se llevan a cabo,
con la condena a Von Wernich...
Es necesario... es una deuda...

Estamos en deuda con la sociedad.
con las víctimas.con sus familiares.
con el pueblo.con el pueblo de Dios.
con nosotros mismos.

HACE FALTA QUE
desde todas las instancias institucionales,
sobre todo
desde aquellas que tienen el ejercicio del poder en la Iglesia
y la tarea del pastoreo y el magisterio se diga, digamos

NUNCA MÁS
NUNCA MÁS LA COMPLICIDAD
NUNCA MÁS EL SILENCIO
NUNCA MÁS LAS PUERTAS CERRADAS
NUNCA MÁS LA INDIFERENCIA
NUNCA MÁS LAS MEDIAS PALABRAS

NUNCA MÁS LA COMPLICIDAD
con las fuerzas armadas.
con los poderes económicos.
con el terrorismo de estado.
con la tortura.
con la hipocresía.

Nunca más bendecir las armas.
Nunca más defender la doctrina de la seguridad nacional
ni ninguno de sus sucedáneos.

NUNCA MÁS EL SILENCIO
ante los reclamos de las víctimas y sus familiares.
ante la desaparición y la tortura.
ante las propias responsabilidades.
nunca más callar la verdad en nombre de la prudencia.

NUNCA MÁS LAS PUERTAS CERRADAS
a los que reclaman justicia.
a los que vienen a pedir auxilio, consuelo, apoyo.
a los que luchan por los derechos humanos.a los perseguidos.
a los calumniados.
a las Madres y a las Abuelas.
a tantos y tantas que clamaron y claman justicia.

NUNCA MÁS LA INDIFERENCIA
frente a la injusticia.
frente a la lucha por la justicia.

NUNCA MÁS LAS MEDIAS PALABRAS
los mensajes ambiguos.
las generalizaciones.
la teoría de los "dos demonios".

Nunca más pedidos de perdón a medias.
No justificamos ningún crimen ni adherimosa ninguna violencia.
y no equiparamos de ninguna manera los del terrorismo
de estado con otros hechos de violencia.
Para cerrar las heridas hay que abrir los conflictos.
El evangelio es claro al respecto.
Hacen falta gestos concretos.
Poner el cuerpo. Decir los nombres.
Reconocer a los cristianos y cristianas
que lucharon, sufrieron,
fueron asesinados, desaparecidos.
Laicas y Laicos. Sacerdotes. Religiosas y Religiosos. Obispos.
Hace falta reconocer públicamente como Iglesia Católica a
aquellos que levantaron su voz y pusieron su palabra valiente
para denunciar la injusticia y fueron marginados, calumniados
y amenazados en el mismo seno de la Iglesia Católica.
También es necesario reconocer a aquellos que,
desde fuera de la Iglesia, denunciaron la complicidad.
Agradecerles su valentía.
Hace falta nombrarlos, a unos y otros.
En los templos.
En los documentos.
En las homilías.
En las catequesis.
En la oración y en la prédica.
En los medios de comunicación de la Iglesia
y en aquellos a los que la misma tiene acceso.
Hace falta.
Es posible.
Es justo.
Es necesario.
Es urgente.
Hace falta que la Iglesia Católica abra el diálogo
y un debate amplio sobre su propio pasado y su presente.
Sobre los por qués, los cómos y los quiénes de la complicidad.
Hoy, miles de hombres y mujeres , cristianos que trabajan,
luchan, viven, se comprometen con la justicia
y con un país diferente, junto a los que más sufren,
por los derechos de todos.
Para que ese compromiso no se desperdicie,
para que esos hombres y mujeres y sus hijos
no se avergüencen de la Iglesia Católica es imprescindible
que con claridad, con responsabilidad, con valentía
toda la Iglesia desde su cabeza hasta su ultimo rincón

Diga

digamos

NUNCA MÁS.

1 comentario:

Javier Castrillo dijo...

Escuchaste los comentarios de Bergoglio y del presidente de Cáritas en radio / TV por la Navidad y el año nuevo? Los pasan cada cinco minutos. Hablan de no confrontar y de olvidar peleas internas para tirar juntos...

No cambian más.