domingo, 14 de septiembre de 2008

Salvador Allende

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Pasaron 35 años, pudieron acallar los sueños del pueblo?

Un amigo y compañero de sueños acaba de mandar unas palabras por mail
que con se permiso las comparto aqui... UN ABRAZO

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Salvador Allende hoy - Escrito por Fabio Martorelli


¿Por qué se conmemoran las muertes? ¿Por caprichos de la historia o quizá porque muchas de ellas son trágicas y se repiten sin pasar jamás a la categoría de comedia? Parece ser que para aprender hay que sufrir. Y se aprende sufriendo. Siempre. Y con más razón si se trata de magnicidios.


El 11 de setiembre de 1973, Salvador Allende, médico y dirigente socialista, ex ministro de sanidad, diputado, senador y candidato cuatro veces a la presidencia y presidente en ejercicio, consagrado por el parlamento tres años y siete días antes, era masacrado, ardiendo en la hoguera del palacio de la moneda y junto con él la vía pacífica, eso de más votos que fusiles que había pregonado siempre.


Por esas coincidencias de la historia, treinta y cinco años después, un once de setiembre también pero del 2008, en Bolivia se vuelve a repetir la encrucijada de la vía chilena. Evo apostando a la vía institucional en un mar de presiones separatistas, operaciones violentas y de mercado, tratando de tejer “poder y no sólo gobierno” para la recuperación de los recursos naturales.


Curiosamente Evo nacionaliza los hidrocarburos en abril del 2006 y en abril de 1971 era nacionalizado el hierro en Chile. Situaciones que marcan abiertamente un quiebre y hacen que la derecha aliada al imperio, busque el derrocamiento a cualquier precio, rompiendo las instituciones de la política por la que siempre se consideró su continuación: La guerra. Subsidiaria de la estrategia del miedo.


Allende movió sus fichas todo lo que pudo, todo lo que el contexto le permitió avanzar. Habrá cometido errores, seguramente, pero son mínimos si los pensamos como legado a la tragedia actual.


Parece ser que la vía constitucional, “La revolución dentro de la ley”, como el mismo decía, está más vigente que nunca. Allende no estará en las remeras, no será coreado por la mayoría abrumadora de los jóvenes, pero no se puede soslayar que es uno de los héroes más augustos de la patria grande.


El sabía que “la bala ya había sido disparada” pero siguió adelante. Y ahora, 35 años después, cuándo la historia ha sepultado la vía neoliberal y militar y la verdad se revela por el peso de la ley, Allende nos enseña con su ejemplo. Por eso lo recordamos... los grandes y especialmente los jóvenes releyendo a los poetas.


"ALLENDE"

Para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla,
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que congregar todos los odios
y además los aviones y los tanques,
para batir al hombre de la paz
tuvieron que bombardearlo hacerlo llama,
porque el hombre de la paz era una fortaleza.

Para matar al hombre de la paz
tuvieron que desatar la guerra turbia,
para vencer al hombre de la paz
y acallar su voz modesta y taladrante
tuvieron que empujar el terror hasta el abismo
y matar más para seguir matando,
para batir al hombre de la paz
tuvieron que asesinarlo muchas veces
porque el hombre de la paz era una fortaleza.

Para matar al hombre de la paz
tuvieron que imaginar que era una tropa,
una armada, una hueste, una brigada,
tuvieron que creer que era otro ejercito,
pero el hombre de la paz era tan sólo un pueblo
y tenia en sus manos un fusil y un mandato
y eran necesarios más tanques más rencores
más bombas más aviones más oprobios
porque el hombre de la paz era una fortaleza.

Para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla,
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que afiliarse siempre a la muerte
matar y matar más para seguir matando
y condenarse a la blindada soledad,
para matar al hombre que era un pueblo
tuvieron que quedarse sin el pueblo.

Mario Benedetti



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